TEPORINGO FOSIL VIVIENTE

            Dentro de Tlalpuente habita un raro y peculiar animalito, llamado teporingo, cuya imagen ha sido tomada como símbolo de nuestro fraccionamiento. Reproducimos el siguiente artículo, para familiarizarnos un poco más con esta singular especie.

 

 
 

Uno de los animales endémicos de nuestro país, es decir que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta, solamente en el Estado de México, y algunas áreas en los límites con el Distrito Federal; pertenece a la fauna del Eje Neovolcánico Transversal, es una especie muy interesante conocida como Teporingo, Conejo de los Volcanes, Tepolito o Zacatuche, (Romerolagus diazi) fue descrita en 1893 por Fernando Ferrari Pérez, esta especie emparentada con los roedores (ratones, tuzas y ardillas) y lagomorfos (conejos y liebres) representa una línea taxonómica única que comparte características afines a roedores y lagomorfos.

El teporingo es un mamífero perteneciente al orden de los Lagomorfos y a la familia Leporidae (liebres y conejos) mide 30 cms., pesa 500 a 600 grs. La hembra es un poco mayor que el macho, son color café oscuro amarillento, sin cola aparente, de orejas pequeñas y ovaladas, de piernas y patas cortas, se reproducen a finales del invierno y principios de la primavera, viven en madrigueras de 2 metros de largo con dos salidas para escapar de sus depredadores, como halcones, búhos y víboras de cascabel.

Hacen nidos con agujas de pino y pelo de su propia piel, su periodo de gestación es de 38 a 40 días, con dos a cuatro crías por parto, son de hábitos nocturnos, se localiza en altitudes entre los 2,600 a 3,500 metros sobre el nivel del mar en las faldas del Nevado de Toluca, Huitzilao, Parque Nacional Popo-Iztlaccíhuatl, Monte Río Frío, Villa Paso de Cortes, Llano Grande, Tlalmanalco y Zoquipan; además se le encuentra en algunas zonas del Cerro Pelado al Suroeste del volcán Ajusco cercanas al Distrito Federal, también se le encuentra en la Sierra del Chichinautzin y Tláloc.

Su hábitat se compone de dos tipos de vegetación: Bosques de Pino y Oyamel, Bosques de Pino Encino, con subpiso de zacatón, de laderas medias y bajas.

Se alimentan de brotes y hierbas principalmente de pastos amacollados conocido como zacatón, del género Festuca, Garrya y Epicampes, de ahí el nombre de Zacatuche, y de una hierba aromática de la especie Cunila tritifolium , mejor conocida como menta.

A primera vista, no tiene nada de excepcional, parece sólo un conejillo pardo al que hubieran recortado las orejas y amputado la cola. Pero su rareza estriba en que es idéntico a los conejos de la Subfamilia Paleoginae, que existieron en el Mioceno, era geológica que comenzó hace 20 millones de años y terminó hace 12 millones de años, lo que hace de este animal una especie relicto o fósil viviente, ya que casi todas las especies de dicho periodo desaparecieron.

Pero el zacatuche no solamente sobrevivió, sino que virtualmente no ha cambiado nada en millones de años, más aún se ha comprobado por varios estudios que los ectoparásitos o pulgas de este singular conejo son también fósiles vivientes iguales a los encontrados del Mioceno, ambas especies tienen sus ciclos reproductivos sincronizados, gracias a las hormonas presentes en la sangre del conejo; este es el único caso conocido en que un mamífero rige la reproducción de un insecto.

Otra característica extraña del zacatuche es que ha diferencia de los demás lagomorfos, no salta sino corre, y no es mudo como casi todos éstos, sino que emite un chillido agudo y penetrante que utiliza para comunicarse entre sí en casos de alarma. Igualmente, aunque su hábitat el suelo, el agua y la vegetación son pobres en yodo, no padece de bocio ni otros trastornos debido a la falta de este elemento, lo que indica un metabolismo muy peculiar.

Los hallazgos paleontológicos muestran que hasta hace cuatro siglos, el teporingo ocupaba también las partes bajas al pie de los volcanes pero poco a poco fue exterminado hasta quedar reducido a lo que es su hábitat actual, en el límite superior de los bosques de pino del Eje Neovolcánico Transversal.

Desgraciadamente como ocurre con muchas especies actualmente se encuentra bajo la categoría de: Especie en Peligro de Extinción, debido a la intensa caza por parte de cazadores dominicales, sin más objeto que probar su puntería, pues nadie come su carne ni aprovecha su piel debido a su tamaño; además el desmonte por la tala clandestina, los incendios y la extensión de la frontera agrícola y pecuaria han devastado su hábitat por lo que su número se ha reducido considerablemente.

Actualmente el interés científico y debido a que es una especie dócil y fácil de manejar ha motivado que se le críe en cautiverio para salvarlo de la extinción.

ANTONIO YURRIETA ALMAZAN
Página Web: www.ambientalmex.com

 

 
 
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